Una receta fácil y rápida para tu tupper de mañana.
🧂 INGREDIENTES 🧄🧅🌱
- Garbanzos
- Espinacas
- Aceite de oliva
- Dos dientes de ajo
- Media cebolla
- Tomillo
- Romero
- Perejil
- Pimentón
- Piñones o cualquier fruto seco para darle un toque crujiente
📖 RECETA
Cortamos el ajo y la cebolla en trozos pequeños y los añadimos a una sartén a fuego medio-alto con aceite de oliva (vale cualquier tipo de aceite pero en este caso el aceite de oliva merece mucho la pena).
Mientras el ajo y la cebolla se doran, preparamos los garbanzos cocidos. Si son de bote, los enjuagamos bien con agua para eliminar el líquido de conserva.
Cuando la cebolla y el ajo empiecen a adoptar un color uniformemente amarillento, es el momento pergecto para añadir los garbanzos a la sartén y mezclarlos bien a fuego medio-alto. Puede que los garbanzos salten con el calor de la sartén, si es muy molesto le podemos poner una tapa a la sartén.
Mientras se doran los garbanzos añadimos sal, tomillo, romero, perejil y pimentón al gusto. Para darle un toque más divertido, en este punto yo he añadido piñones, pero creo que cualquier fruto seco queda genial.
Cuando veamos que los garbanzos empiezan a tostarse, añadimos las espinacas bien lavadas y cortadas a la sartén.
Mezclamos todo muy bien hasta que las espinacas reduzcan su tamaño y estén bien integradas.
Y a disfrutar (◕ᴗ◕✿)
🍽️ REFERENCIAS Y ANÉCDOTAS
La primera vez que probé este plato fue en Sevilla (2024). Fui allí por un congreso y nada más llegar, decidimos comer en el primer bar con menú del día qué nos encontrásemos. Era bastante normalito por fuera, pero allí me comí las mejores espinacas con garbanzos de mi vida.
Me obsesioné tanto con este plato que lo intenté replicar en mi casa varias veces. Las primeras veces fue un desastre y finalmente, en vez de intentar igualarlo decidí que por el momento era mejor adaptarlo a mi forma de cocinar.